Madrid.-Los bancos y cajas españoles anunciaron su voluntad de paralizar los desalojos en casos de especial vulnerabilidad, al tiempo que el ministro de Economía aseguraba que ninguna familia necesitada se quedaría sin casa, respondiendo así a la alarma social generada a raíz de dos suicidios.
La presión contra los desahucios -uno de los problemas más graves que ha dejado la crisis en el país - se ha intensificado en los últimos días a raíz del suicidio de una mujer la semana pasada y antes de una reunión de Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español para cambiar una ley hipotecaria que data de principios del siglo pasado y que ha dejado a cientos de familias en la calle.
“El Gobierno tiene que tomar medidas para que ninguna familia de buena fe se quede sin techo por la crisis (..) es imprescindible, una necesidad social, que ninguna familia de buena fe como consecuencia de la crisis se quede sin techo", dijo el ministro Luis de Guindos en una intervención en Bruselas.
Las declaraciones de De Guindos llegaron después de que la Asociación Española de Banca anunciara que habían informado al Gobierno de que iba a paralizar “por razones humanitarias” la ejecución de desahucios durante dos años y cuando concurran "circunstancias de extrema necesidad".
Además de quedarse sin casa, la actual ley hipotecaria en España no contempla de forma general que la entrega de la vivienda sea suficiente para saldar la deuda hipotecaria adquirida con el banco, con lo que los desahuciados están obligados además a continuar pagando su crédito.
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