La cuestión soberanista estuvo en el centro de la campaña electoral para los comicios anticipados del domingo en esta gran región del noreste de España.
Unas elecciones que algunos consideran como un primer plebiscito sobre la independencia antes de un referéndum sobre la autodeterminación prometido por el presidente regional, Artur Mas, cuya coalición nacionalista conservadora, CiU, tiene garantizada la mayoría.
Sin embargo, Mas quiere tranquilizar a la población, una parte de la cual teme una división social y una salida de Europa, que podría causar un efecto dominó en regiones como Flandes o Escocia, donde ya se decidió la celebración de un referéndum.
"Si Cataluña tuviera un Estado propio, en este momento sería, por creación de riqueza per cápita, por persona, el séptimo país de la UE: hay 27, seríamos el séptimo", aseguró el viernes el presidente catalán saliente en una entrevista con la televisión pública española TVE.
Con un PIB per cápita de 27.430 euros (casi 35.600 dólares) en 2011, Cataluña, en cuyo territorio tienen su sede grandes empresas como CaixaBank, la aerolínea Vueling o el grupo textil Mango, se sitúa en el cuarto puesto por riqueza de las 17 comunidades autónomas de España, por encima de la media nacional (23.271 euros) y de la media de la UE (25.134 euros).
Pero es también la región más endeudada del país, con una deuda pública equivalente al 22% de su PIB.
Por este motivo tuvo que pedir más de 5.000 millones de euros de ayuda al Estado español, una situación de la que, ante la cólera de los catalanes, Mas culpó a Madrid.
El gobierno catalán achaca su problemas a lo que denominan el "déficit fiscal". Este es la diferencia entre lo que Cataluña paga en términos de impuestos al Estado español y lo que recibe de él: 16.000 millones de euros según el gobierno catalán, una cifra impugnada por Madrid.
"Se llega a esa cantidad separando el gasto territorial (transporte, subsidios por desempleo, seguridad social, sanidad, educación) y no territorial (defensa, Parlamento español, monarquía, Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas)", explica a la AFP el secretario de Economía catalán, Albert Carreras.
Cataluña reclama un "pacto fiscal" similar a los instaurados en el País Vasco y Navarra, que le permita recaudar sus propios impuestos y reducir las desigualdades de las que afirma ser víctima.
"Pagamos como la tercera región (después de Madrid y Baleares), pero somos las 11ª en la lista de redistribución", afirma Carreras.
Para él, la independencia no implicaría una salida del euro: "algunos Estados utilizan el euro como sistema de pago antes de entrar en la zona euro", afirma. "Otro ejemplo: Andorra utiliza el euro", agrega sobre el pequeño principado situado en la frontera entre España y Francia.
"Habría también un coste por excluirnos, así que se puede inventar una barrera política pero no comercial, como por ejemplo tiene la UE con Turquía", considera.
Por su parte, algunos empresarios ven las cosas más negras.
"Cuando se produjo la separación entre la República Checa y Eslovaquia, el comercio se redujo en 75% en los primeros tres años y se ha recuperado el 50% aproximadamente", se alarma Mariano Ganduxer, presidente de Fem Pinya, organización que reagrupa a 170 empresas.
"Salir de España y de la UE podría significar una reducción de una quinta parte del PIB en los primeros años", afirman los analistas del Credit Suisse.
Existe además el riesgo de "contagio a otras regiones periféricas" teniendo en cuenta que la independencia "no ofrecerá ninguna solución inmediata de salida a la crisis", subrayan los expertos del centro de análisis IHS, con sede en Londres.
Como consecuencia, si Mas obtiene una mayoría absoluta y plantea la independencia, "los mercados podrían ser volátiles el lunes en Europa", advierte por su parte el banco suizo UBS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos alegra que nos visites gracias Gracias, por sus comentarios