Vestido con el uniforme verde olivo con el que gobernó Cuba durante casi medio siglo pero sin las charreteras de Comandante en Jefe, Castro ocupó su sillón que permaneció simbólicamente vacío desde el 2006.
Desde allí exhortó con voz clara al presidente estadounidense, Barack Obama, de no atacar a Irán por sus actividades nucleares y evitar una hecatombe que, explicó, borraría a la especie humana del mapa.
"No daría Obama la orden si lo persuadimos (...) Nosotros estamos haciendo una contribución a ese esfuerzo persuasivo", dijo.
"Si la guerra estallara, el orden social vigente desaparecerá abruptamente y el precio sería infinitamente mayor", añadió.
Las primeras imágenes en directo de Castro en cuatro años se colaron por televisión en los hogares de millones de cubanos, que se habían acostumbrado a verlo sólo en vídeos grabados o leer sus columnas en la prensa.
"Se ve muy bien. Se recuperó y volvió a la carga. Fidel es un Quijote", dijo Graciela Hernández, una jubilada de 67 años en La Habana.
Su vuelta al Parlamento está cargada de simbolismo e ilustra su recuperación de la enfermedad no revelada que lo tuvo al borde de la muerte.
Pero nadie cree que el Comandante, que cumplirá 84 años este mes, vaya a retomar el poder delegado en su hermano menor Raúl Castro, que lo escuchó con atención.
Fidel Castro contestó preguntas de los diputados reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana, que además le desearon feliz cumpleaños, lamentando que no le hayan dado aún el Nobel de la Paz y hasta le dedicaron un poema.
"INYECCION PARA CUBA"
El veterano líder cubano emergió en julio de cuatro años de aislamiento, participando en varios pequeños actos públicos y lanzando un libro con sus memorias de guerrillero.
Desde que enfermó, Castro se ha mantenido al margen de los asuntos domésticos y el sábado no fue la excepción.
La semana pasada se abstuvo de participar el un pleno del Parlamento donde su hermano Raúl anunció la apertura de mayores espacios a la iniciativa privada para generar empleo productivo y sacar al país de la crisis económica.
Los partidarios que escucharon el sábado dijeron que Fidel Castro no busca recuperar su protagonismo.
"Fidel es nuestro líder indiscutible. Su figura y presencia aquí es una inyección para todos los revolucionarios, para todo nuestro pueblo", dijo a Reuters el diputado Roberto Vázquez.
Castro, que no ocupa cargos en el ejecutivo pero aún retiene la influyente jefatura del gobernante Partido Comunista, explicó que su aparición ante el Parlamento cerraba un ciclo.
"Me voy a quedar sin trabajo, porque para mi lo más importante es esta reunión de la Asamblea. Para mi es la cumbre del esfuerzo que he venido haciendo", dijo entre aplausos.
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