En la nueva vista, la Fiscalía pedirá penas de entre 6 años y nueve meses y 9 años de prisión para los acusados, once de los cuales habían sido condenados en el juicio anterior por el delito de asociación ilícita por la Audiencia madrileña, que también ordenó la disolución de la organización.
En la resolución en la que se anuló la sentencia de la corte madrileña, el Supremo ordenaba la celebración de un nuevo juicio con otros magistrados, que, según informó hoy el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, comenzará el próximo 28 de septiembre.
La decisión de anular la sentencia, según la resolución del Tribunal Supremo de la que fue ponente el magistrado Luciano Varela, fue acordada para enmendar el "defecto" que se produjo durante el primer juicio, cuando se violó "el derecho a un proceso con todas las garantías y sin sufrir indefensión".
Los procesados alegaron que en la vista oral declararon como testigos protegidos y con la voz distorsionada personas cuya identidad fue ocultada a las defensas, lo que para el Supremo "cercena" la estrategia de éstas, ya que sus manifestaciones "son los únicos elementos de prueba" en que se basó la condena.
Según la suprema corte, "el procedimiento seguido por el tribunal de instancia no agotó las posibilidades dirigidas a obviar las dificultades de la defensa" y "se negó a desvelar los datos de identidad de los testigos".
Además, la sentencia añadía que se trata de una organización en la que eran evidentes las discrepancias entre las personas que asumieron responsabilidades orgánicas, por lo que conocer la identidad de los testigos puede ser relevante "para poner al descubierto eventuales animosidades que cuestionen la credibilidad del testigo".
La Audiencia de Madrid había ordenado la disolución de la organización al considerar que, aunque en los primeros años no se detectaron actos violentos, a partir de 2004 "comienzan a surgir fuertes enfrentamientos, fundamentalmente con la banda de los Ñetas, dentro de la Comunidad de Madrid", intentando cada grupo "marcar unos territorios propios".
Además concluía que, aunque en un primer momento esta banda pudo tener unos objetivos más acordes con la defensa de valores latinos y de ayuda a los emigrantes de países latinoamericanos que llegaban a España, "enseguida derivó en una segunda fase hacia conductas violentas".
El tribunal madrileño explicaba en su resolución que había quedado acreditado que "en la organización se realizaban actos agresivos concretos contra los miembros internos del propio grupo y ajustes de cuentas contra las bandas contrarias como una actividad primordial de la organización Latin King".
Por ello, los magistrados afirmaron que "tenía como un objetivo fundamental la comisión de actos delictivos".
Entre los procesados que volverán a sentarse en el banquillo se encuentra Eric Javier Velastegui, considerado el "Padrino" de la organización y que ya está cumpliendo una condena de 21 años de cárcel por la violación de una mujer en 2003 en Madrid.
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