La Defensor del Pueblo de la región, Vivian Lagrava, dijo a Efe que la situación "no ha cambiado sustancialmente" después de que el sábado se agravaran las protestas, que ayer cumplen once días de bloqueo y huelga indefinida.
Lagrava explicó que los turistas españoles, franceses, alemanes, brasileños y argentinos que todavía están en Potosí siguen esperando una resolución del conflicto en sus hoteles.
Añadió que este fin de semana algunos comercios, especialmente restaurantes, han empezado a abrir sus puertas para atender a los extranjeros, y un banco llenó sus cajeros automáticos con dinero en efectivo.
Asimismo, la dirección departamental de policía de Potosí informó a Efe que están realizando una operación especial de protección de los turistas varados.
Hasta el momento sólo un grupo de 30 turistas, la mayoría franceses, pudieron abandonar la región.
Según la Defensor, el bloqueo del aeródromo de la ciudad hace imposible que puedan salir, y más después de que un grupo de mineros dinamitara la pista de aterrizaje, que si bien no la destrozó "sirvió como advertencia".
Unos 1.500 mineros decidieron bloquear con barricadas de tierra los accesos al aeródromo de Potosí para evitar la salida o llegada de aeronaves; bloqueo que se une al de las carreteras hacia Argentina y Chile, y la toma de la vía férrea hacia territorio chileno.
Lagrava relató que por el momento ningún extranjero ha necesitado de atención médica, si bien un matrimonio de peruanos ha solicitado poder salir de la ciudad por el estado de gestación de la mujer.
Las protestas se agravaron el sábado con la incorporación del gobernador oficialista Félix González a las huelgas de hambre que realizan decenas de personas, entre ellos cuatro parlamentarios de la región que cumplen con esta medida en La Paz desde hace seis días.
Los potosinos reclaman al Ejecutivo soluciones al conflicto de límites con la región vecina de Oruro, la construcción de un aeropuerto, proyectos mineros y la preservación del Cerro Rico, mina que es el emblema de la ciudad y puede derrumbarse por la actividad minera.
El presidente del Comité Cívico de Potosí, Celestino Condori, recordó a Efe su posición "inamovible" de que una comisión del Gobierno, encabezada por Morales, se desplace a la zona para entablar una conversación sobre las demandas regionales potosinas para su desarrollo.
El ministro de Autonomías, Carlos Romero, reiteró ayer en una entrevista a los medios estatales que las demandas deben ser tratadas en un escenario neutral, y que su solicitud de que sea el propio Morales el que encabece las negociaciones se dará una vez el diálogo esté avanzado.
"Primero se puede abrir el diálogo con los ministros que estén involucrados y después podemos establecer un diálogo con el propio presidente", declaró.
Romero pidió una "pausa" en las protestas para poder negociar, y apeló "al corazón" de los dirigentes cívicos para que frenen una situación que calificó de "dramática".
"Les estamos rogando (que paren las protestas). La intransigencia y la impostura no nos van a llevar a nada. Estos problemas se pueden resolver perfectamente si le damos una oportunidad al diálogo", sostuvo.
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