El Instituto Nacional de Meteorología explicó que la alerta por tormentas de nieve sigue activada entre los estados de Maine y Nueva York, pero aseguró que el temporal debía desplazarse hacia el norte anoche, despejando así la castigada zona.
La nevada afectó a millones de estadounidenses que viajaron para ver a sus familias durante el fin de semana de Navidad.
Todos los grandes aeropuertos de la ajetreada zona metropolitana de Nueva York permanecerán cerrados hasta las 16H00 locales (21H00 GMT) de ayer, informó la Administración Federal de Aviación.
La tormenta causó cerca de 2,000 cancelaciones de vuelos, agravando la situación en los transportes nacionales.
“United Airlines está intentando anular vuelos con la mayor antelación posible para evitar que los pasajeros lleguen a los aeropuertos y descubran que no pueden viajar”, explicó Mike Trevino, un portavoz de la compañía de aviación.
“El tráfico (aéreo) debería volver a la normalidad hoy por la mañana”, vaticinó un portavoz de la compañía Delta, Kent Landers, en declaraciones a la prensa.
En tanto, la empresa de servicios de trenes Amtrak anunció que reanudaba de forma limitada los viajes entre los destinos Nueva York y Boston, después de mantenerlos suprimidos durante 13 horas, lo cual dejó bloqueados a miles de viajeros en una de las temporadas más intensas de todo el año.
“Debido a los efectos que persisten de la tormenta, los pasajeros deberán esperar retrasos en sus viajes durante todo el día y dar tiempo suficiente como para llegar a sus respectivas estaciones”, dijo Amtrak. Los servicios entre Nueva York y Washington “continúan funcionando con normalidad”, agregó.
El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, lanzó un mensaje de prudencia a sus ciudadanos: “Nuestros equipos de rescate han trabajado toda la noche, pero las condiciones en las carreteras son malas, con interrupciones y retrasos en el transporte público.
Pido a todos los neoyorquinos que no se movilicen en coche, para así permitir a los servicios de emergencia y los quitanieves trabajar”. Sin embargo, la prensa local ha criticado a los servicios municipales por su lentitud a la hora de actuar para restablecer la normalidad.
En Massachusetts, donde fue declarado el estado de emergencia, cerca de 60,000 habitantes se quedaron sin electricidad.
Los gobernadores de los estados de Delaware, Maryland, Massachussets, Carolina del Norte, Rhode Island y Virginia han pedido ayuda a la Guardia Nacional, para que colabore con las autoridades civiles.Fuente:
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