Uno de los acusados por el robo era un funcionario de la Dirección General de Control y Asistencia Pos Penitenciaria, según confirmaron fuentes policiales.
Todo sucedió a las 15:30 del viernes, cuando dos malvivientes ingresaron a la panadería Polo Norte -situada en la ciudad de Santa Fe- y se llevaron todo lo que había en la caja registradora, tras amenazar con un arma de fuego a una empleada del comercio.
Tras la denuncia de un vecino, la policía llegó rápidamente al lugar e iniciaron una larga persecución: varios patrulleros se propusieron darle caza a la camioneta Renault Sandero en la que escapaban los malvivientes.
La historia parecía haber encontrado su punto final cuando los delincuentes fueron apresados. Sin embargo, ahí comenzó a escribirse un capítulio impensado: el conductor de la 4x4 era un funcionario público que registraba un largo paso como empleado del Servicio Penitenciario.
Tras la denuncia de un vecino, la policía llegó rápidamente al lugar e iniciaron una larga persecución: varios patrulleros se propusieron darle caza a la camioneta Renault Sandero en la que escapaban los malvivientes.
La historia parecía haber encontrado su punto final cuando los delincuentes fueron apresados. Sin embargo, ahí comenzó a escribirse un capítulio impensado: el conductor de la 4x4 era un funcionario público que registraba un largo paso como empleado del Servicio Penitenciario.
Uno de los delincuentes -cuenta el diario El Litoral- fue identificado como Gabriel Galván, de 38 años, quien ya tenía antecedentes penales. En tanto, el funcionario fue identificado como Martín Alejandro Romano, de 31 años, que se desempeña como empleado público de carrera con más de 11 años de antigüedad en el Servicio Penitenciario. Además y tenía una tarjeta identificadora oficial como Director General de Control y Asistencia Pos Penitenciaria, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Paradójicamente, el hombre fue detenido a pocos metros del edificio de la sede de la Dirección Provincial de Control y Asistencia Pos Penitenciaria, donde trabaja...
Esta noticia shockeó a los vecinos de la zona, quienes pidieron que se realice una investigación para determinar si la ola de robos y asaltos que sufren desde hace un tiempo fue generada por delincuentes que gozan de protección.
El juez de instrucción Sergio Carraro y el comisario Omar Odriozola allanaron la casa de Romano: hallaron vainas servidas y municiones que coinciden con el calibre del arma secuestrada en poder de los asaltantes, quienes además tenían una sevillana, precintos plásticos y una llave de esposas.
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