Los investigadores parecen privilegiar como pista una venganza y dificultades financieras para explicar este cuádruple asesinato, según los medios españoles, que hablaban de una "deuda" del empleador, empresario de la construcción, con el asesino.
El hombre, un español de 57 años de edad, según la policía, entró hacia las 09H00 de la mañana en un bar, armado con un rifle, y abrió fuego sobre dos clientes, un padre y su hijo, empresarios de la construcción para los que trabajaba el detenido.
El autor de los hechos logró huir y entró en una sucursal bancaria de esta localidad de 30.000 habitantes, donde mató a dos empleados y a continuación se entregó a unos policías que se encontraban en el exterior.
El hombre "se ha entregado a una patrulla de policía local", precisó una fuente policial a AFP, precisando que el hombre no tenía "antecedentes penales".
Un testigo que conocía al presunto autor del cuádruple asesinato lo ha descrito como una persona "rara", aunque no violenta, según la agencia Europa Press.
Cuando salía del trabajo, el hombre se paseaba vestido de 'sheriff', con una falsa pistola y una estrella de mentira, añadió este testigo.
Por su parte, un ganadero de 32 años de la localidad, Jordi Muntada, contó a AFP que solía ir a cazar con el detenido, al que calificó como "un tipo normal y corriente".
El hombre, soltero y que vivía con su padre, según este habitante de Olot, "nunca comentó nada" sobre sus posibles problemas económicos con las víctimas.
Varios medios afirmaban que los problemas financieros parecían estar en el origen de sus actos, porque sus jefes podrían tener con él una "deuda" que le habría puesto en dificultades con su banco.
Las otras dos víctimas son empleados de la Caja Mediterráneo (CAM), confirmó la propia caja. Según los medios, había sido despedido hacía dos días y fue pagado con un cheque de la CAM, donde se produjeron dos de las muertes.
"Todavía es temprano para conocer los motivos" del cuádruple asesinato, según un portavoz de los Mossos d'Esquadra, que añadió que "se están investigando". La policía judicial se encontraba tras los asesinatos y la detención en el interior de la sucursal, que estaba rodeada por un cordón policial para impedir la entrada, en pleno centro del pueblo.
Escrito por: AFP
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