A medida que los titulares aumentaban de tono, fuentes gubernamentales se apresuraron a aclarar que ninguno de los agentes se encargaba de la seguridad personal del presidente. Sin embargo, al menos parte de los agentes sí pertenecían al Servicio Secreto. La revelación llevó al portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, a subrayar que Obama mantiene “plena confianza” en el Servicio Secreto. Pero será difícil que el incidente no deje una mancha en la imagen del Servicio Secreto, que ya investiga a los agentes acusados de “negligencia” a través de su fuerza interna, la Oficina de Responsabilidad Profesional.
Según el último relato de fuentes oficiales, citadas por el Post, el incidente comenzó durante una noche de fiesta en el hotel Caribe el miércoles, cuando uno de los agentes mantuvo relaciones sexuales con una mujer colombiana. Cuando el agente se negó a pagarle, la mujer se enzarzó en una discusión con él y llamó a continuación a la policía colombiana, que avisó a su vez a la Embajada estadounidense en Bogotá con una alarma que llegó finalmente al Departamento de Estado y al Servicio Secreto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos alegra que nos visites gracias Gracias, por sus comentarios