no firmará la condena a muerte por ahorcamiento de Tariq Aziz, sumándose así a
la posición del Vaticano y otros que rechazan la condena a muerte de un hombre
que por años fue el rostro del régimen de Sadam Hussein en el extranjero.
El comunicado de Jalal Talabani genera posiciones encontradas entre
quienes buscan el máximo castigo para los principales funcionarios del derrocado
gobierno y grupos que piden que se busque una reconciliación tras años de
enfrentamientos sectarios, desatados a raíz de las invasión dirigida por Estados
Unidos en el 2003.
``Siento compasión por Tariq Aziz porque es un cristiano, un cristiano
iraquí'', le dijo Talabani, un curdo, al canal 24 TV de Francia. ``Además, es un
hombre viejo _con más de 70 años_ y es por eso que nunca voy a firmar esa
orden''.
Sin embargo, la oposición de Talabani no necesariamente implica que Aziz,
de 74 años, logrará evadir la pena capital. Aziz fue sentenciado en octubre por
su supuesto papel en una campaña de persecución, asesinato y tortura de miembros
de la oposición chiíta y partidos religiosos que hoy contralan Irak.
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