final de este mundo, deja un pesar y una tristeza indescriptibles, es la de
luchador anti trujillista que sufrió prisión y exilio, fue militante político
por la democratización del país y luchador, armas en la mano, en acciones
militares en el inicio de la Guerra Patria de 1965, particularmente en la toma
del edificio de Radio Televisión Dominicana.
Identificado con los principios y valores democráticos y revolucionarios,
Beras Goico fue un hombre de posturas firmes contra la dictadura de Trujillo y
el triunvirato, contra el cual conspiró activamente.
Su familia procedente de El Seybo tuvo en su seno a quienes colaboraron con
el régimen de Trujillo y quienes lo combatieron. El fue uno de los que tomó la
lucha contra el tirano, lo cual le costó la libertad, el clandestinaje y el
peligro de perder su vida.
Posteriormente se asiló en la embajada de Colombia a fin de evitar ser
apresado o asesinado y salió hacia Bogotá, donde vivió par de años y nación que
consideraba como su segunda Patria.
En la Revolución
Beras Goico regresó al país en 1962 al amparo de la apertura democrática que
implicó la elección constitucional de Juan Bosch, quien dispuso que él, que
había comenzado como camarógrafo, fuera becado para estudiar Televisión en
Brasil, capacitación que le resultó fundamental para su futuro profesional.
Perteneció al grupo de hombres que tomó la sede de la televisora oficial el
24 de abril, pese a que un pelotón de las fuerzas policiales y militares
obedientes al Triunvirato, opusieron resistencia armada. La intención de Bosch
era preparar el mayor número de jóvenes en diversas áreas profesionales para
contribuir al mejoramiento del país. A su regreso, Beras Goico comenzó a
insertarse en la producción de televisión, añadiendo a la preparación técnica,
sus talentos de compositor, creador de guiones de humor, presentador y
comediante.
Voz rebelde y libertaria
Una vez establecido en la televisión y con el prestigio que le reportaba su
actuación a favor de los sectores más pobres, la de Freddy Beras Goico era una
voz de protesta a la que nadie en la producción de sus espacios, se atrevía a
sugerirle moderación. En oportunidades, ante hechos vergonzantes que afectaban a
humildes familias, ante el auge de las drogas, ante acontecimientos vinculados a
la corrupción, los ojos de Freddy, mientras hablaba en el tono más alto, se
llenaban de lágrimas. Particularmente eran antológicas sus radicales
intervenciones en algunas aperturas del programa El Gordo de la Semana. Este
tipo de intervenciones muy emotivas y de un notable contenido de la denuncia
social, también las desarrollaba en Con Freddy y Punto. Uno de los temas mas
socorridos, era el incremento del narcotráfico.fuente: el nacional
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