Un niño de 13 años, Faustin Castillo, murió ayer en un hospital de Saint Marc a consecuencia del impacto de una bala de goma que sufrió en la cabeza durante las protestas del lunes ante la base local de la Minustah, la misión de la ONU en Haití.
Las manifestaciones contra las elecciones del domingo pasado y contra la presencia de los cascos azules –que es vista como una ocupación militar-, siguieron produciéndose ayer en varios puntos del país.
En Cabaret hubo enfrentamientos con la policía ante la casa del vicepresidente del Consejo Electoral Provisional, Theleve Toussaint, según la radio. Puerto Príncipe permaneció ayer en relativa calma.
En la misión de la ONU preocupa la tardanza del Consejo Electoral Provisional en emitir resultados parciales de la doble elección –presidencial y renovación parcial del Parlamento- por el riesgo que conlleva de movilizaciones, tanto por parte de los seguidores de los candidatos que se rifan la segunda vuelta como por la de los que siguen reclamando la anulación de los comicios.
El jefe de Minustah, Edmond Mulet, se reunió con el presidente René Préval y luego visitó el centro de recuento de votos. Fuentes de Minustah señalan que lo deseable para tener paz en la calle sería que se viera una diferencia clara entre los candidatos en cabeza.
Pero según anunciaron las radios, contabilizados unos veinte mil votos, la profesora y ex primera dama Mirlande Manigat y el cantante Michel Martelly andan muy parejos, sobre el 37%. El lunes, Manigat y Martelly se desmarcaron de la declaración conjunta de doce candidatos, en plena jornada de votación, que pedía la anulación de las elecciones.
Lo hicieron de forma poco sofisticada, como si nunca hubieran estado allí. El resto continúa con su demanda –nunca, sin embargo, formalizada ante la comisión electoral-, y en particular el industrial tabaquero Charles Henri Baker, quien dice que aportará las pruebas del supuesto "fraude masivo", tal como reclama la misión de observación electoral de la OEA/Caricom. Se dice que fue su jefe de campaña, su cuñado Andy Apaid, empresario de las maquilas, quien tuvo la idea del boicot.
El candidato Jean Henry Céant dice que fueron precisamente Manigat y Martelly los artífices de la declaración. La maniobra, destinada a echar de la carrera al candidato oficialista Jude Célestin, que además es yerno de Préval, sentó muy mal en la Minustah, en las embajadas e incluso entre los grandes empresarios haitianos, que han puesto mucho dinero en esta campaña.
Según el diario Le Nouvelliste, el llamado sector privado llamó a capítulo a Manigat y Martelly para que se comportaran, ya que el Consejo Electoral Provisional dio las elecciones por buenas y todo apunta a que habrá una segunda vuelta, prevista para el 16 de enero.
Los resultados definitivos de la primera no se conocerán hasta el 7 de diciembre. El índice de participación en la jornada del domingo aún no se había comunicado ayer.
Colin Granderson, jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de los países del Caribe, Caricom, criticó en las conclusiones de su informe la actitud de los candidatos con su boicot.
Y respecto a la validez de los comicios, según el diplomático no sólo no hubo fraude masivo sino que las múltiples irregularidades registradas el domingo no son suficientes para anular las elecciones.
Tal declaración dejó estupefacta a la prensa internacional, que había sido testigo de todo tipo de trapicheos e incidencias en los colegios electorales. Así, La Vanguardia encontró irregularidades en tres de cuatro centros de voto visitados. Cada centro de voto comprende varios colegios.
Discrepancias entre los observadores y las autoridades haitianas
La comisión electoral habló de 55 centros de voto afectados de un total de 1.500 (11.181 colegios), lo que supone la invalidación de al menos un 3,5%.
Las organizaciones haitianas de observadores discrepan abiertamente del criterio del señor Granderson cuando dijo que "no creemos que las irregularidades, por serias que sean, invaliden el proceso electoral".
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