Casi todas las mujeres hemos experimentado lo que algunas llaman “dolor en los ovarios” cuando tenemos el periodo menstrual (la regla). Incluso, nuestro ciclo menstrual puede provocarnos molestias durante, antes y entre los períodos menstruales. Pero no por eso todos los dolores que suframos en el área de la pelvis necesariamente están relacionados con esto. Existen varias causas que pueden provocarnos dolor en la pelvis, algunas tienen más riesgos que otras, y pueden ser producto de condiciones en distintos órganos de la zona, como el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, la vagina, el tracto urinario, los intestinos y el recto.
El tratamiento varía de acuerdo a lo que esté causando el dolor: puede ser un problema de fertilidad, algún desorden digestivo leve o incluso una alerta que indique un problema que requiera tratamiento de emergencia.
A continuación encontrarás algunas de las posibles causas del dolor pélvico:
Apendicitis: una inflamación en un tejido conectado al intestino grueso o colon denominado Apéndice. Además de dolor del lado derecho del abdomen, los síntomas incluyen vómitos y fiebre. Muchas veces se confunde con un trastorno gastrointestinal, pero es muy importante detectarlo a tiempo, ya que si tienes el apéndice inflamado e infectado deberán quitártelo con una operación de urgencia. De otro modo, puede romperse y desparramar la infección dentro del abdomen (esto se conoce como peritonitis), provocando complicaciones que hasta pueden poner en riesgo tu vida. Colon irritable: se trata de un trastorno digestivo crónico que puede producir dolor recurrente, cólicos, inflamación, diarrea y/o constipación. No se conocen las causas de este padecimiento pero hay diversas maneras de controlar los síntomas, que incluyen cambios en la dieta, control del estrés y medicamentos. Cálculos renales: son piedras de sal y minerales que se depositan en la orina, pueden ser tan pequeñas como un grano de arena y tan grandes como una pelota de golf. Pueden causar mucho dolor y la orina se vuelve de color rosada o roja.
Infección urinaria: se produce cuando algún germen ingresa al tracto urinario y puede causar problemas en cualquier parte de la uretra (el tubito por donde sale la orina) a la vejiga, pasando por el útero y hasta el riñón. Los síntomas incluyen dolor en la pelvis, ganas frecuentes de orinar y dolor al hacerlo, fiebre, náuseas, vómitos y dolor en el lado derecho o izquierdo de la parte baja de la espalda. Algunas de ellas tienen más riesgos que otras, no todas se relacionan con el ciclo menstrual y pueden afectar a distintos órganos
Dolor pélvico crónico: se produce debajo del ombligo, se mantiene por lo menos durante seis meses y puede interferir en las actividades de la vida diaria.
Embarazo ectópico: es otra situación que requiere tratamiento de emergencia. Se produce cuando un embrión comienza a crecer fuera del útero, generalmente en una de las trompas de Falopio. Los síntomas pueden incluir dolor pélvico, cólicos, sangrado vaginal, náuseas y mareos.
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