El resultado reciente fue la captura de un joven de 23 años, quien supuestamente se hacía llamar ‘Sophie Germain’. Las autoridades dicen que la semana pasada él supuestamente infiltró indebidamente las cuentas en redes sociales del periodista Daniel Samper Ospina.
Sin embargo, parece que esta no fue su única víctima. Personal de la Dijín, encargado de la investigación, indicó que también sería el responsable de acceder a cuentas en Facebook y Twitter del ministro del Interior, Germán Vargas Lleras el expresidente Álvaro Uribe Vélez; del suspendido alcalde de Bogotá Samuel Moreno Roj los candidatos a la Alcaldía de Bogotá Enrique Peñalosa y Gina Parody, y de celebridades como Isabella Santo Domingo y Carolina Sabino.
Al sospechoso lo capturaron el pasado fin de semana en su casa, ubicada en la localidad de Kennedy (Bogotá). Los detectives se incautaron de tres discos duros, un computador, cuatro memorias USB y ocho manuscritos en los que, según las autoridades, había evidencias de la supuesta responsabilidad del joven en estos hechos. El pasado lunes fue la audiencia de control de garantías, donde la Fiscalía le imputó cargos por los delitos de violación de datos personales y acceso abusivo a sistema informático, cargos por los que podría enfrentar una pena que está entre 4 y 13 años de prisión. La jueza 57 de Garantías de Bogotá le dictó medida de aseguramiento.
El hacker ‘Sophie Germain’
La internet parece que se ha convertido en un nuevo campo de batalla, en el que algunos buscan atacar al Gobierno y desprestigiar a personajes reconocidos. La modalidad de los hackers es apropiarse de sus perfiles para emitir opiniones a nombre del titular de la cuenta. En otros casos, especialmente con los portales de algunas instituciones, la estrategia es hacer que las páginas colapsen para evitar que sus usuarios habituales puedan acceder a ellas.
Así lo demostraron los recientes ataques virtuales a cinco páginas del Estado, entre ellas las de los ministerios de Educación y Defensa, y la violación a las cuentas virtuales en Twitter y Facebook del periodista Daniel Samper Ospina.
Estas modalidades se han registrado en varios países, incluso haciendo famoso por estos días a un grupo que se hace llamar Anonymous, el cual viene atacando diferentes páginas web y perfiles.
En Colombia, el primer detenido por este tipo de prácticas se hacía llamar ‘Sophie Germain’ —en alusión a una importante matemática francesa del siglo XIX—. Se trata de un estudiante de ingeniería mecánica, quien en el caso del periodista Samper Ospina aprovechó para revelar datos de la vida privada del comunicador y director de la revista Soho. Además, divulgó supuestas conversaciones entre él y varios de sus amigos en las que hacía comentarios machistas y de mal gusto.
El periodista ‘chuzado’, quien acudió a la audiencia de control de garantías en calidad de víctima, reveló ayer que el hacker se le acercó durante la audiencia para disculparse por su actuación.
Método
De acuerdo con las autoridades, el estudiante accedió indebidamente a las cuentas virtuales a través de programas como Hydra, que le permite al hacker conocer las contraseñas y la información de su víctima y, además, modificar sus datos con el fin de que ella no pueda volver a hacer uso de su cuenta.
El brigadier general, Carlos Ramiro Mena, comandante de la Dijín, aseguró: “Tenemos identificados a otras personas que estarían relacionadas con esta actividad ilegal”.
El detenido niega ser miembro del movimiento al que se le atribuyen los recientes ataques virtuales a varias páginas del Gobierno. No obstante, el comandante de la Dijín confirmó que el joven “tenía contacto y se comunicaba con Anonymous”.
El estudiante universitario era colaborador del grupo Mentes de Colores, integrante del movimiento Progresistas, liderado por el candidato a la Alcaldía de Bogotá Gustavo Petro. Sin embargo, este grupo aseguró en un comunicado publicado en su página de internet que no era miembro activo de la organización y que Mentes de Colores rechazaba su forma de actuar.
Anonymous vs. Gobierno
Casi a la par del joven detenido, el ya reconocido grupo de piratas virtuales, conocido como Anonymous, ha hecho colapsar las páginas de varias entidades, mediante una intervención que se conoce como Ataque Distribuido de Denegación de Servicio (DDoS), en la cual un programa multiplica el número de notificaciones y entradas a un portal hasta que, tarde o temprano, no permite el ingreso de sus visitantes habituales.
Anonymous refirió como motivos de los ataques los señalamientos que ha hecho en su contra el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, que, según ellos, los llamó ‘ciberterroristas’ y la reciente reforma a la educación superior en el país.
No es la primera vez que el Gobierno es víctima de este movimiento. Esto ocurre casi siempre en momentos en los que se está tramitando una ley o reforma importante o cuando se celebran fechas especiales para la nación.
El pasado 2 de agosto Anonymous atacó las páginas oficiales del Ministerio del Interior, del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y de la Presidencia de la República y el portal del Partido de la U.
Y el pasado 20 de julio el movimiento de “hacktivistas” infiltró los perfiles en Twitter del presidente Juan Manuel Santos y del expresidente Álvaro Uribe, y lanzó desde ellos varios mensajes en los que rechazaban la celebración del aniversario 201 de la Independencia, a la que llamaron ‘falsa independencia’.
Colombia no es el primer país en el que estos piratas virtuales hacen lo que quieren con las páginas del Gobierno. Sucesos similares han ocurrido en Chile, Perú, EE.UU., entre otros. Y sus víctimas han ido desde la banca mundial hasta los jefes del G8.
Se desconoce la identidad de los dirigentes de este movimiento que se identifica, en ocasiones, con el personaje de la película V de Vendetta, y en otras, con un sujeto en traje, pero sin cabeza, que representa la ausencia de líderes en el mundo.
Para evitar el ‘hackeo’
El brigadier general Mena recomendó la “creación de contraseñas con un mínimo de ocho caracteres alfanuméricos especiales, es decir, utilizar en ellas números, símbolos y letras., así como no utilizar datos personales como nombres de familiares, números de cédula, números telefónicos, fechas de aniversario o de cumpleaños, etcétera”.
Además, hizo la recomendación de “no usar una única contraseña para todos los servicios virtuales, es decir, cuentas de correos, perfiles de redes sociales, etcétera, y cambiar de manera frecuente las contraseñas creadas, mínimo cada seis meses y en lo posible memorizarlas y no apuntarlas en agendas o en documentos sueltos”.
Por último, agregó, “que no se deben suministrar contraseñas por la red y que es necesario que las víctimas denuncien cuando les violen sus perfiles virtuales”. Juan Sebastián Jiménez H. | Elespectador.com
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