WASHINGTON

                                                                Unos 60,000 millones de dólares del erario estadounidense se han perdido en Irak y Afganistán por derroche y fraude en la última década debido a una supervisión relajada de contratistas, mala planificación y pagos a caudillos e insurgentes, reveló un panel independiente que investiga el gasto gubernamental en tiempos de guerra.

En su reporte final al Congreso, la Comisión de Contratación en Tiempos de Guerra dijo que la cifra podría aumentar dado que disminuye el apoyo de Estados Unidos a programas y proyectos de reconstrucción y, por tanto, Irak y Afganistán deben encargarse del mantenimiento de escuelas, clínicas médicas, carreteras y plantas de energía eléctrica ya construidas con dinero de los contribuyentes estadounidenses.

Sin planificación.- Una gran parte del dispendio y del fraude pudo haberse evitado con una planificación mejor y una supervisión más rigurosa, apuntó la comisión. Para evitar que se repitan los errores en Irak y Afganistán, las instituciones gubernamentales deben modificar la manera en que otorgan y administran los contratos en zonas de guerra, recomendó el panel. La AP obtuvo una copia del reporte de 240 páginas de la comisión antes de su divulgación pública agendada para el miércoles.

Creada por el Congreso en el 2008, la comisión —de ocho integrantes— realizó más de una veintena de audiencias, entrevistó a centenares de funcionarios militares y civiles, y viajó en numerosas veces a Irak y Afganistán.

El informe definitivo del grupo constituye el estudio más exhaustivo hasta ahora de la dependencia de Estados Unidos en los contratistas y de la capacidad del gobierno para controlarlos en áreas de combate. La comisión señaló que calcular la cantidad exacta que se perdió por derrote y fraude resulta difícil, porque no existe una metodología de aceptación general. Pero con la información obtenida en los últimos tres años, el grupo dijo que al menos 31,000 millones de dólares se perdieron y que el total podría ascender hasta 60.000 millones de dólares. La cifra es “conservadora”, puntualizó.

La imagen de EEUU.-Según el informe, estos errores de gestión minaron la imagen de Estados Unidos en el exterior y propiciaron la corrupción en Irak y Afganistán. El informe también se refiere a los problemas de coordinación entre las numerosas agencias gubernamentales estadounidenses y al comportamiento negligente de empleados federales, como los contratistas.

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Llaman hacerlo mejor

"El gobierno y los contratistas deben hacerlo mejor", escribieron el domingo en el Washington Post los dos copresidentes de la comisión, Christopher Shays y Michael Thibault.

El ejército estadounidense se ha servido mucho en la última década de contratistas externos, en particular de compañías de seguridad privadas.