Tegucigalpa. EFE. La matanza de al menos 14 personas en Honduras cuando presenciaban un partido de fútbol pone de relieve los grandes niveles de violencia que sufre el país y podría ser un nuevo episodio de los enfrentamientos entre pandillas. Las autoridades tienen “indicios racionales” de que la masacre perpetrada el sábado en una cancha de un sector populoso de San Pedro Sula (norte) fue producto de disputas entre “bandas criminales”, entre ellas la pandilla conocida como Mara 18, dijo hoy el viceministro hondureño de Seguridad, Armando Calidonio.El funcionario declaró a periodistas que podría haber “algún negocio ilícito en medio de todo” y añadió que no todas las víctimas tenían vínculos delictivos, lo que se espera confirmar una vez que estén plenamente identificadas. Esta es la tercera matanza que se registra en dos meses en San Pedro Sula, la segunda ciudad hondureña en importancia y la principal en actividad industrial y comercial, 243 kilómetros al norte de Tegucigalpa. El 7 de septiembre pasado, 17 obreros de una fábrica artesanal de zapatos fueron asesinados a tiros al parecer por rivalidades entre las pandillas Mara 18 y Salvatrucha, según las autoridades. Otros seis jóvenes fueron ultimados el 14 de octubre en una vivienda en un barrio de San Pedro Sula, crimen que las autoridades atribuyeron a carteles del narcotráfico. Según la Policía, el sábado unos 9 hombres con pasamontañas y chalecos antibalas llegaron en dos vehículos al campo de fútbol cuando se jugaba un partido de una liga de aficionados, en la colonia Felipe Zelaya, sacaron armas de otro automóvil estacionado de antemano y dispararon contra las víctimas.
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