Jordan Blackshaw, de 20 años, y Perry Sutcliffe-Keenan, de 22, "utilizaron Facebook para organizar y orquestar graves disturbios en un momento en el que esos incidentes se producían en otras regiones del país", declaró el fiscal ante el tribunal de Chester, en el nordeste de Inglaterra.
Ambos condenados abrieron sendas páginas en Facebook desde las que incitaban a participar en los disturbios, según la justicia.
EL CONTRAATAQUE HA COMENZADO
El primer ministro británico, David Cameron, prometió el jueves perseguir y castigar a los alborotadores y saqueadores oportunistas responsables de los peores incidentes en décadas en el país y reconoció que las tácticas de la policía fallaron al inicio de los disturbios.
"El contraataque ha comenzado de verdad", indicó el líder conservador en una sesión parlamentaria de emergencia para lidiar con una crisis que podría definir su mandato de 15 meses.
En cuanto a la minoría descontrolada, los criminales que se llevaron lo que pudieron, les digo: vamos a perseguirlos, vamos a encontrarlos, vamos a acusarlos, vamos a castigarlos. Van a pagar por lo que hicieron", dijo el primer ministro.La policía ha arrestado a más de 1,200 personas en Inglaterra, llenando las comisarías y obligando a los tribunales a trabajar todas las noches para procesar cientos de casos. Entre los acusados hay un niño de 11 años, un profesor ayudante y un trabajador humanitario.
Líderes comunitarios dijeron que la desigualdad, los recortes en los servicios públicos por parte de la coalición de Gobierno conservadora-liberal demócrata y el desempleo juvenil fomentaron la violencia vivida en Londres, Birmingham, Manchester y otras ciudades multiétnicas.
Cameron está bajo presión para suavizar su plan de austeridad, reforzar la presencia policial y hacer más para ayudar a las comunidades desfavorecidas, tras días de disturbios que revelaron las tensiones sociales de una economía deprimida.
Pero negó que las privaciones o los recortes planificados por el Gobierno, que en su mayoría aún no han sido implementados, hayan causado los disturbios.
Esto no se trata de la pobreza. Se trata de la cultura. Una cultura que glorifica la violencia, no respeta la autoridad y dice todo acerca de los derechos pero nada acerca de las responsabilidades", afirmó.El primer ministro reconoció que la respuesta policial inicial fue inadecuada. "Había muy pocos policías desplegados en las calles. Y las tácticas que usaron no funcionaron", admitió.
MÁS PODER A LA POLICÍA
Defendiendo los recortes de los fondos para la policía frente a las críticas del líder del opositor Partido Laborista, Ed Miliband, Cameron propuso dar un mayor poder a la fuerza, incluyendo el derecho de los agentes a exigir que una persona se descubra la cara si sospecha que cometió un delito.
El primer ministro prometió mantener la presencia de 16,000 agentes en las calles de Londres durante el fin de semana y afirmó que podría pedir la intervención del Ejército para papeles secundarios en futuros disturbios, con el fin de liberar a policías de primera línea.
También ofreció compensaciones para aquellos cuyas viviendas o negocios resultaran dañados, incluso aunque no estuvieran asegurados.
Los disturbios, que se desataron primero en el norte de Londres por la muerte de un hombre de origen afrocaribeño en manos de la policía, costarán a las aseguradoras más de 200 millones de libras (320 millones de dólares), estimó la Asociación Británica de Seguros.
Cameron, quien ya autorizó el uso de bastones y cañones de agua, dijo que también exploraría poner límites al uso de redes sociales si éstas fueran utilizadas para planear actos de "violencia, desorden y criminalidad".
INDIGNACION POR SAQUEOS
Los ciudadanos están enfurecidos por el saqueo de productos desde televisores a ropa de bebé. Los líderes están preocupados de que la violencia haya dañado la confianza en la economía y en Londres, uno de los mayores centros financieros del mundo y sede de los Juegos Olímpicos del año que viene.
Argumentando que la policía, el Gobierno local y los trabajadores voluntarios deben trabajar juntos para detener a las bandas violentas en las comunidades más desfavorecidas, enfatizó: "Quiero que esto sea una prioridad nacional".
La policía de Londres condujo nuevos allanamientos en apartamentos el jueves, en los que recuperó ropa de diseñador y iPods.
El aumento en el número de agentes desplegados ayudó a llevar la calma a Londres y otras ciudades como Manchester y Birmingham el miércoles por la noche, pero cuatro días de desórdenes casi sin oposición han avergonzado a las autoridades y dejado barrios enteros destrozados.
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