En tanto el israelí Rotem Singer, acusado por un fiscal de ``incendio por negligencia'', aseguró ser inocente. ``Es importante para mí decir que no fui yo. Me han echado la culpa a mí'', dijo Singer, de 23 años, a la radio del ejército israelí. El joven aseguró que aún no ha testificado y que desconocía cómo se convirtió en el ``principal sospechoso''. Agregó que espera la llegada de un abogado desde Santiago. El ministro del interior, Rodrigo Hinzpeter, dijo en rueda de prensa en la oficina nacional de emergencia (Onemi) en Santiago que las condiciones climáticas del área no eran tan favorables como las del sábado pero de todos modos han permitido trabajar a unos 550 socorristas y varios helicópteros que lanzan agua sobre las llamas.
Sin embargo la velocidad de los vientos aumentó el domingo por la tarde a velocidades de entre 60 y 70 kilómetros por hora, lo que obligó a suspender el uso de los helicópteros.
El director nacional de la Onemi, Vicente Nuñez, precisó en un segundo reporte al anochecer que las llamas consumieron otras 235 hectáreas, lo que elevó el área quemada a 12.795 hectáreas.
El desastre ecológico comenzó el martes por la tarde en medio de vientos que superaron los 120 kilómetros por hora, lo que dificultó la llegada de los brigadistas de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) e impidió los primeros días el sobrevuelo de helicópteros.
El incendio se inició en una zona de senderos para caminatas de muy difícil acceso.
Hinzpeter indicó que el sábado se construyeron cortafuegos o áreas libres de vegetación en torno de tres de los focos de incendio y que se espera cavar cortafuegos en los tres sectores restantes afectados por las llamas.
El sábado hubo algunas lluvias intermitentes y disminuyó considerablemente la velocidad de los vientos. El domingo la situación no era tan favorable, pero permitía el trabajo de cinco helicópteros y de los voluntarios. Señaló que la situación sigue siendo ``delicada, peligrosa y compleja''. Sin embargo, añadió que el trabajo de los socorristas ``empieza a rendir pequeños frutos''.
El parque Torres del Paine se ubica a 3.100 kilómetros al sur de Santiago, en la Patagonia chilena, y anualmente recibe la visita de unos 150.000 turistas, 75% de ellos extranjeros.
El único detenido por su presunta responsabilidad en el origen del fuego es el israelí Singer, quien se presentó el sábado en el tribunal de garantía de Puerto Natales, ciudad aledaña al parque, donde fue acusado por el fiscal Iván Vidal de ``incendio por negligencia''. De ser encontrado culpable podría recibir una reducida condena de entre 41 a 60 días de prisión y una multa.
Cuando las condenas son inferiores a tres años y un día de cárcel, los jueces permiten que sean cumplidas en libertad, firmando periódicamente un libro especial de la guardia de prisiones.
Tras la audiencia del sábado, Singer fue dejado en libertad provisional pero con prohibición de abandonar la región sureña y el país.
Hinzpeter desmintió las declaraciones de un amigo de Singer, quien culpó al gobierno de demorarse 12 horas en actuar desde el inicio de las llamas, y dijo que dos horas y 45 minutos después de iniciado el fuego se declaró la alerta roja, que significa un máximo estado de peligro.
Las Torres del Paine, de 181.000 hectáreas, fueron cerradas por todo el mes de enero.
El jefe del gabinete explicó que el ministro de Economía, Pablo Longueira, se reunió el sábado con pequeños y medianos operadores turísticos para buscar fórmulas de ayuda como paquetes alternativos de paseos para apoyar la actividad, vital para la zona.
Por último, Hinzpeter agradeció el apoyo de algunas decenas de socorristas argentinos y uruguayos en el ataque del incendio. Los brigadistas trabajan desde el amanecer hasta que se pone el sol.
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