"Para Ucrania, un país obligado a comprar gas y petróleo, no hay alternativa a la energía nuclear", enfatizó el jefe del Gobierno del país que el 26 de abril de 1986 fue escenario del mayor accidente en la historia del empleo pacífico del átomo.
Azárov, 63 de años, opina que esta afirmación es válida para muchos países, ya que "renunciar a la energía nuclear sería un error y, además, imposible: es parte inalienable del progreso científico".
Aunque las encuestas muestran que la mayoría absoluta de los ucranianos se pronuncia contra la construcción de nuevas centrales nucleares, la postura de las autoridades es inamovible en cuanto a la necesidad de desarrollar esa fuente de energía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos alegra que nos visites gracias Gracias, por sus comentarios