BUENOS AIRES. AP. La crisis política en Paraguay desatada
tras la cuestionada destitución de Fernando Lugo acaparará la atención en la
cumbre de mandatarios del Mercosur que se celebrará el viernes en Argentina,
donde por primera vez un país miembro del bloque podría ser sancionado.
La destitución de Lugo en tiempo récord el 22 de junio y la consecuente
indignación de sus vecinos por lo que calificaron de irregularidades en el
procedimiento dejaron en segundo plano las disputas comerciales entre los socios
del bloque.
Es muy posible que en la cumbre apliquen sanciones a Paraguay, según
analistas consultados por The Associated Press. La participación paraguaya en la
cita fue rechazada luego de que el vicepresidente Federico Franco asumió el
poder en reemplazo de Lugo.
“Es imprescindible que los demás miembros del Mercosur sean muy estrictos con
lo sucedido en Paraguay”, dijo a la AP Jorge Taiana, director del Centro
Internacional de Estudios Políticos y canciller de Argentina entre 2005 y 2010,
bajo la presidencia de Néstor Kirchner y el primer mandato de su viuda y
sucesora, Cristina Fernández.
Para Mauricio Claverí, de la consultora Abeceb.com, la crisis de Paraguay
dejó en un segundo plano de la discusión los asuntos comerciales y se desconoce
si se tratará un posible aumento del arancel externo común del bloque, tal como
preveían analistas.
Claverí señaló que lo más probable es que Franco sea objeto de una “fuerte
presión política” de los otros líderes sudamericanos para que Paraguay “se
reencauce democráticamente”. Las próximas elecciones están programadas para
abril de 2013 y Franco aseguró que completará el periodo de gobierno de Lugo
cinco años que finaliza el 15 de agosto de ese año.
Lugo fue destituido por el Senado en un juicio político para el que tuvo
menos de un día para preparar su defensa. Al principio el ex obispo católico
aceptó la decisión de los legisladores, pero ahora encabeza un pequeño y
simbólico gobierno paralelo con la intención de recuperar el poder, pero aclaró
que no gestiona sanciones internacionales que puedan perjudicar a la
población.
Sergio Berensztein, director de la consultora Poliarquía, dijo a la AP que
“hay una sobre reacción muy fuerte (de los países sudamericanos) que no
considera que la democracia paraguaya venía sufriendo una crisis de
gobernabilidad” ya que “el presidente estaba muy debilitado”.
Señaló que “en vez de debatir los temas más serios de la democracia en
América Latina es probable que esto termine simplemente en condenas retóricas y
un discurso antigolpista, cuando la verdad es que lo que hay aquí no es una
amenaza de golpe sino un problema de funcionamiento de las instituciones
democráticas”.
Taiana recordó que el Mercosur fue muy crítico con el golpe en Honduras en
junio de 2009. “Esto es una repetición de aquello. El precedente fue nefasto y
ya entonces todos pensábamos en Paraguay”, señaló.
Lugo tenía previsto acudir a la cumbre pero finalmente decidió no hacerlo
para no presionar a los mandatarios del bloque, luego de que el gobierno de
Franco le advirtió que en caso de intervenir en las deliberaciones se exponía a
acciones legales.
Argentina, Brasil y Uruguay -miembros plenos del bloque económico- y los
países asociados -Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú-
expresaron su “condena a la ruptura del orden democrático” ocurrida en Paraguay
y suspendieron al nuevo gobierno paraguayo del derecho de participar en la cita
en Mendoza.
Franco alega que la destitución de Lugo fue constitucional. En tanto, la
cancillería paraguaya rechazó la decisión del Mercosur de dejar de lado a
Paraguay en el encuentro regional al señalar que fue adoptada “obviando los
procedimientos regulares y sin que se haya dado oportunidad alguna al Estado
afectado para pronunciarse sobre el particular”.
Taiana indicó que en la cumbre los presidentes Fernández de Argentina, Dilma
Rousseff de Brasil y José Mujica de Uruguay, deben acordar “hasta dónde van en
la aplicación de sanciones” a Paraguay, “cuáles (serán) y por qué plazo”.
Será la primera vez que se aplica en el seno del Mercosur el Protocolo de
Ushuaia de 1998 que contempla que en caso de ruptura del orden democrático en un
Estado parte, los demás miembros plenos promoverán consultas entre sí y con el
país afectado.
Si las consultas resultan infructuosas, se analizarán medidas contra ese país
que “abarcarán desde la suspensión del derecho a participar en los distintos
órganos de los respectivos procesos de integración, hasta la suspensión de los
derechos y obligaciones emergentes de esos procesos”.
Paraguay podría quedar afectado por la pérdida de las desgravaciones
arancelarias con las que se benefician los miembros de la unión aduanera
imperfecta, lo que sería un perjuicio “grave” ya que “más del 50 por ciento de
su intercambio” es con Argentina, Brasil y Uruguay, dijo Taiana.
Sobre posibles sanciones, el presidente de la patronal Unión Industrial
paraguaya, Eduardo Felippo, dijo que Argentina aplica desde enero “un bloqueo
comercial de facto” porque “puso en marcha una medida que viola el tratado de
Mercosur de libre tránsito de mercaderías y personas, frenando el ingreso de
productos paraguayos a su mercado”.
Felippo se refirió a un protocolo por el cual cualquier exportador debe
adelantar el tipo de productos que desea introducir a Argentina y esperar la
aprobación aduanera desde 45 días hasta cinco meses o más.
La Unión Industrial informó que los confeccionistas de camisas y pantalones
dejaron de vender en Argentina por 25 millones de dólares hasta abril.
Las sanciones que eventualmente reciba Paraguay, uno de los dos miembros más
débiles en el Mercosur junto con Uruguay, cesarán cuando se haya verificado el
pleno restablecimiento del orden democrático.
Paraguay comenzó a preparar medidas alternativas para su comercio exterior,
como nuevos aranceles para el ingreso de mercaderías de países vecinos, ante la
posibilidad de su aislamiento internacional por una eventual sanción de
Mercosur, indicó el jueves el ministro de Hacienda paraguayo, Manuel Ferreira.
El Protocolo de Ushuaia fue ampliado en 2011 e incluye otras sanciones más
rigurosas como el cierre de las fronteras del país donde se produjo la crisis
democrática, así como la restricción de las comunicaciones y de la provisión de
energía. El congreso bicameral de Paraguay no ratificó esa ampliación.
Los jefes de Estado de Unasur también celebrarán una reunión extraordinaria
en Mendoza. El bloque está integrado por los países miembros de Mercosur más
Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
El politólogo Rosendo Fraga, del Centro de Estudios Nueva Mayoría, dijo a la
AP que “la decisión en el Mercosur (de sancionar a Paraguay) resulta fácil,
porque Argentina, Brasil y Uruguay tienen posiciones similares. Pero en Unasur
es más compleja porque lo integran por un lado países del ALBA (Venezuela,
Ecuador y Bolivia) que ven en la destitución de Lugo un golpe institucional y
por el otro países con gobiernos de centroderecha (Colombia y Chile) que tienen
otra visión”.
Los miembros de Unasur acordaron en noviembre de 2010 en Guyana un protocolo
que impone una serie de sanciones políticas, diplomáticas y comerciales ante
eventuales quiebres del orden democrático en la región.
“Armonizar estas posiciones (en la Unasur) es el desafío que ahora enfrenta
Brasil, el país líder de la región, en un momento que se hace evidente que el
rol de Estados Unidos no es el de antes”, agregó Fraga. Puntualizó que, sin
embargo, el gobierno de Rousseff decidió recientemente “no intervenir en los
asuntos internos de Paraguay”.
En tanto, una veintena de eurodiputados se sumó el jueves a las condenas
expresadas por distintos bloques americanos por la destitución de Lugo al
manifestar en una carta a la Alta Representante de la Unión Europea para los
Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, su “profunda preocupación frente al golpe
de Estado”.
Los parlamentarios exhortaron a sus respectivos gobiernos y a la Unión
Europea “a tomar las medidas necesarias para suspender los acuerdos de
cooperación con el Paraguay, hasta que no vuelva el orden democrático y el
Estado de Derecho”. ----- Los corresponsales de The Associated Press Pedro
Servín en Paraguay y Luis Henao en Mendoza colaboraron con este
despacho.