supervisó el sábado los daños en un pueblo devastado por un maremoto masivo,
mientras las autoridades informaron que agua altamente radiactiva se está
filtrando al océano desde la planta nuclear afectada por el desastre.
El complejo nuclear Fukushima Dai-ichi ha estado filtrando radioactividad
desde el 11 de marzo, cuando un terremoto de magnitud 9,0 y una posterior ola
gigante dañaron los sistemas de enfriamiento y permitieron la liberación de
radiación de los reactores sobrecalentados.
El primer ministro Naoto Kan acudió a la planta poco después de que fuera
golpeada por el tsunami y el sábado hizo su primera visita a la zona costera
donde decenas de villas y poblados fueron pulverizados.
La fuga de agua reportada el sábado proviene de una nueva grieta que fue
detectada durante el mantenimiento del pozo en las afueras del complejo nuclear
de Fukushima, informó el vocero de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial,
Hidehiko Nishiyam.
La grieta fue causada aparentemente por el terremoto y es posible que
desde entonces haya estado goteando, informó Osamu Yokokura, portavoz de Tokyo
Electric Power Co., la empresa que controla la planta.
Los análisis mostraron que el aire sobre el agua radiactiva en el pozo
contiene 10.000 milisieverts de radiactividad. A menos de un metro de distancia,
esa cifra bajó a 400 milisieverts. Se desconoce qué tan contaminada se encuentra
el agua.
Yamaguchi reportó desde Tokio. Los colaboradores de Associated Press Eric
Talmadge en Koriyama, Jay Alabaster en Natori, y Ryan Nakashima, Mayumi Saito y
Shino Yuasa en Tokio contribuyeron con este despacho.
Sube cifra muertos
Tokio. EFE. El número de fallecidos por el terremoto y tsunami del 11 de
marzo en Japón aumentó hoy a 11.800, al tiempo que otras 15.540 personas siguen
desaparecidas, según el último recuento de la policía nipona.
En la provincia de Miyagi, una de las más afectadas, hubo 7.192 muertos y
aún hay más de 6.300 desaparecidos; en la colindante Iwate hubo 3.456 fallecidos
y unos 4.500 desaparecidos, y en Fukushima murieron 1.092 personas y hay más de
4.600 sin localizar.
El Ejército japonés, apoyado por soldados estadounidenses, guardacostas y
policías, ha lanzado una gran operación por mar y aire para recuperar el mayor
número posible de desaparecidos tras el terremoto y tsunami.
En la búsqueda participan 28.000 efectivos de Japón y EU, que recuperaron
solo 32 cadáveres ayer, viernes, en el primer día de la misión, que se
prolongará hasta el domingo.
Está previsto que el primer ministro japonés, Naoto Kan, visite hoy la
localidad de Rikuzentakata, en Iwate y devastada por el tsunami de hace
veintidós días, donde visitará a los evacuados y se reunirá con las autoridades
locales.
El jefe del Gobierno partió desde Tokio en helicóptero a primera hora de
hoy para hacer además una parada en una base de operaciones en Fukushima, a unos
20 kilómetros de la planta nuclear de Daiichi, para reunirse con los militares
que participan en los esfuerzos para controlar la central.
Los trabajos en la planta de energía atómica, que resultó gravemente
dañada por el terremoto y el tsunami del día 11, se centran en drenar el agua
altamente radiactiva que inunda varias zonas y dificulta las operaciones, y en
reactivar el sistema de refrigeración de los reactores.
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