Cueto se recuperó de ciertos mareos –el cuerpo de asistentes de los Rojos lo atendió en el tercer episodio, dándole algo de agua y medicina antes de que reanudara su labor de lanzar- y permitió una carrera y seis hits.
Cueto permitió sencillos a tres bateadores consecutivos en el segundo episodio antes de enfrentarse al lanzador abridor de los Metros Chris Young, quien recibió una base por bolas para poner el marcador 1-0. Después del problemático segundo episodio, Cueto había hecho 50 lanzamientos. El salió después de siete entradas habiendo lanzado un total de 111.
El derecho abrió el tercer episodio con un doble para el primer extra-base de su carrera, lo cual dijo él podría haberle provocado el mareo más tarde en el episodio. Dusty Baker y el entrenador de los Rojos salieron a chequear a Cueto después que el dijera que sentía la cabeza liviana, pero el lanzador se mantuvo en el juego y no tuvo más dificultades.
“Después que conecté ese doble y llegué a segunda, mis ojos estaban borrosos y estaba mareado y sentí que iba a vomitar”, dijo Cueto después, hablando a través del traductor Tomás Vera. “Después de eso, me relajé. Me sentí mejor y lancé la clase de juego que quería lanzar”.
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