Bieber señaló, en una entrevista con Efe que "quería crecer" musical y personalmente, y que "era hora de añadirle algo más" a su música.
"Mi propia voz suena mucho más grave", aseguró el canadiense cuando le preguntan por "Believe", que sale a la venta el 19 de junio. Aquel niño angelical ha dejado paso a un joven que ya ha entrado en la edad adulta, y eso ha tenido consecuencias directas en su música.
Como él mismo indicó, el tono de su voz poco tiene que ver con el que sonaba en temas como "Baby" o "Never say Never", ambos de su primer álbum "My world", publicado en 2009.
Sus ansias de madurez quedan muy bien plasmadas en el primer single de "Believe", "Boyfriend", cuyo videoclip se aleja bastante de las producciones protagonizadas hasta ahora por Bieber. Más de 40 millones de internautas ya le han visto en una actitud seductora y cariñosa hasta ahora poco conocida del canadiense.
Ludacris, Nicki Minaj o Big Sean son algunos nombres que han querido acompañarle en "Believe". Artistas que, como su mentor Usher, se han inclinado en su música por sonidos principalmente techno, dejando de lado otros como el R&B.
Sin embargo, este "Believe", aunque conjuga ambos estilos, tiene una fuerte inclinación al rhythm and blues y sigue una senda muy parecida a la que en su día marcara Justin Timberlake, que es para Bieber "un espejo" en el que mirarse.
"Trato de hacer música que le guste a la gente y hacerlo lo mejor que puedo", afirma cuando le piden que defina su estilo musical, que combina con una imagen personal de apariencia despreocupada, con sudadera roja, algo desabrochada, pero esta vez sin ocultarse tras gorras o capuchas.
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