Los últimos suicidios se reportaron la semana pasada cuando seis personas,
incluyendo dos menores de edad, murieron por ahorcamiento, envenenamiento y al
dispararse con armas de fuego, en hechos ocurridos en Higüey, Santiago, Santo
Domingo Oeste, Baní y Cotuí.En la mayoría de los casos, los suicidas optaron por quitarse la vida por encontrarse deprimidos, lo cual suele ser el desencadenante de la mayor parte de los suicidios.
De acuerdo a la doctora Vanesa Espaillat, coordinadora de la especialidad en Crisis y Trauma de la Universidad Iberoamericana (Unibe) la depresión es una enfermedad de trastorno del ánimo, donde la persona pierde la posibilidad de ver el futuro con optimismo, presenta decaimiento, irritibilidad, bajo rendimiento laboral o académico, entre otros síntomas.
La psicóloga explicó que hay una diferencia entre la depresión y el “duelo patológico” que es cuando una persona pasa por una pérdida importante, ya sea de un ser querido, un divorcio o la estabilidad económica.
Dijo que la persona cae en depresión cuando pierde totalmente la fe en sí mismo y la esperanza en que puede salir adelante, en este caso, recomienda Espaillat, la mejor solución es buscar ayuda psiquiátrica y psicológica de inmediato.
Menores. En cuanto a los suicidios cometidos por menores de edad, la licenciada dijo que los motivos aparentes de estas muertes no son más que desencadenantes, ya que el suicida es una persona que lleva acumulado mucho dolor y conflictos sin resolver durante toda su vida.
“Nadie decide quitarse la vida de un día para otro por un conflicto, lo hace por una acumulación de muchas cosas sin resolver”, apuntó la especialista.
Los últimos suicidios de menores de edad corresponden a los jóvenes Justo de Jesús García Martínez, de 15 años, y Joan Manuel Rodríguez Castillo (Yoaly) de 13, quienes se ahorcaron en hechos ocurridos en Cotuí y Baní respectivamente.
García Martínez había intentado quitarse la vida en otras ocasiones, según declaró su madre, mientras que “Yoaly” se habría suicidado porque su madre lo regañó por el uso de una patineta en la calle, según el reporte policial del caso.
Para evitar estos trágicos desenlaces, Espaillat aconseja a los padres establecer una comunicación efectiva con sus hijos, y resolver los conflictos, para evitar que se acumule dolor y rencor que más tarde pueda desencadenar un acto suicida.
A los adultos la doctora les recomienda resolver sus conflictos a través del diálogo, para de este modo no acumular dolor, rencores o sufrimientos, que puedan llevarlos al suicidio.
Fortaleza interior
La doctora Espaillat precisa que para poder soportar las pérdidas sin perder la fe en uno mismo y en la vida, se debe tener fortaleza interior, ya que una vez se pierde la esperanza se cae en un estado depresivo del cual solo se sale con ayuda profesional.
Desencadenantes
Espaillat dijo que las personas se suicidan por haber acumulado conflictos no resueltos.
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