NUEVA YORK. AP. Una tormenta pronosticada desde hace días sorprendió a los habitantes del este con su ferocidad, al atacar con relámpagos,
truenos y nieve húmeda que dejó a unos 300,000 habitantes de Washington sin
electricidad.
Se había pronosticado unos 30 centímetros (1 pie) de nieve en partes de la
región, pero la acumulación fue mucho mayor: 50 centímetros en Nueva York, un
poco menos en Filadelfia. Las clases fueron suspendidas por segundo día
consecutivo y se advirtió a los automovilistas que tuvieran cuidado con las
patinadas. Dos grandes aeropuertos de Nueva York, el Kennedy y el Newark,
empezaron a operar a media mañana, luego de cancelar cientos de vuelos. El
aeropuerto LaGuardia canceló 168 vuelos y en el internacional de Filadelfia,
unos 1,500 pasajeros estuvieron varados toda la noche. Decenas de miles de
personas carecían de electricidad. La región ha sufrido con creces los efectos
del invierno aunque todavía no ha llegado a la mitad de la estación. Nueva York
ya tuvo 140 centímetros (55 pulgadas) de nieve, cuando el promedio para toda la
estación es de 54 centímetros (21 pulgadas) para toda la estación. El alcalde
Michael Bloomberg dijo que se superó el récord de nieve de 1925. En
Massachusetts, los fuertes vientos dificultaron aún más el transporte. Se
reportaron ráfagas de 72 a 79 kph (45 a 49 mph).
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Emergencia
Nueva York declaró la emergencia meteorológica por segunda vez desde la
tormenta del 26 de diciembre, que inmovilizó a centenares de autobuses y
ambulancias y provocó una crisis política municipal. La ciudad cerró las
escuelas, algunas oficinas del gobierno y hasta la Estatua de la Libertad.
También cerraron los tribunales federales y la sede de las Naciones Unidas. El
tren de pasajeros Long Island Rail Road mantuvo un servicio reducido.
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