(RCM-Noticias)
El trabajador, Juan Baten, al parecer, se olvidó de apagar la máquina
antes de meterse a limpiarla, según indicó el propietario de la
Tortillería Chinantla, Erasmo Ponce.
"No apagó la máquina y cayó y le cogió el brazo", dijo Ponce, quien
aclaró que no estaba aún claro exactamente cómo murió su empleado
mientras se revelaran los resultados de la autopsia.
"Es un accidente fatal y lo lamento mucho porque él fue parte de nuestra familia", dijo Ponce.
Baten, de 22 años, trabajó en la tortillería ubicada en el 975 de la
avenida Grand desde hace aproximadamente seis años. Durante todo ese
tiempo tenía un horario nocturno, de 6 p.m. a 6 a.m., seis días por
semana, según informaron sus familiares y compañeros.
El lunes, a las 2:30 a.m., el hispano había terminado de trabajar
y estaba limpiando las máquinas cuando se cayó. Uno de sus compañeros
de trabajo llamó al 911. Baten fue trasladado al hospital, donde fue
declarado muerto.
Baten trabajó como operador de una máquina de mezclar la masa de
las tortillas de maíz, que no fue la misma a la que cayó. "El trabajaba
en otra máquina, la que mezcla la masa. Se cayó en una que está bajada,
la que jala la masa", dijo el cuñado del difunto, Ovidio Baten Ramírez,
quien trabaja en la misma fábrica pero durante el día.
La viuda de Baten, Rosario Ramírez, una mujer bajita con ojos
grandes, lo recordó ayer en su apartamento en Bushwick. "El era buena
gente, era bien cariñoso con su hija, era responsable", dijo Ramírez, de
24, quien estaba sentada frente a una mesa decorada con velas, un ramo
de margaritas y una foto de la familia parada al lado de un árbol de
Navidad.
Baten tenía la costumbre de llamarla todas las noches para
preguntar cómo estaba su hija, Daisy, de 7 meses. El domingo, Baten
llamó a las 10:30. Ramírez recordó: "Me preguntó: ‘¿Está bien la niña?
¿No está llorando?’ Le dije que estaba bien y me respondió: ‘Bueno, nos
vemos allí, voy a comenzar a trabajar de nuevo’. Y eso fue lo último que
escuché de él", dijo la mujer.
Un compañero de trabajo la llamó alrededor de las 2:30 a.m. para informarle sobre la mala noticia.
Ramírez dijo que a Baten le gustaba la música cumbia y que su
esperanza era construir una casa "para ir allá a Guatemala". El joven
Baten cruzó la frontera en el 2004 después de que muriera su padre en un
accidente de tráfico en Quetzal Tenango, Cabrican, en Guatemala.
Apoyaba a su madre y hermanos enviá ndoles remesas. Hace pocos años, él
se juntó con Ramírez, a quien conocía desde su niñez en Las Ciénagas, la
aldea donde se crió. Juntos tuvieron una hija, Daisy, que ahora tiene 7
meses.
Ayer en la tarde, el cadáver de Baten permanecía en el hospital y
su familia no había podido ir a identificarlo. Después de la autopsia,
la familia piensa trasladar el cadáver a Guatemala.
Ponce, el dueño de la Tortillería Chinantla, aseguró en una
entrevista telefónica que su compañía cubrirá los gastos asociados con
trasladar el cadáver y apoyará a la familia "para que no queden
desamparados".
Detectives iniciaron la investigación del incidente, junto a
representantes de OSHA, una agencia federal que monitorea las
condiciones laborales y de seguridad. Un representante de Focus on the
Food Chain, una organización que aboga por los derechos de los
inmigrantes a condiciones seguras, Marty Kirchner, se paró fuera de la
tortillería ayer y expresó: "Este lugar queda en un corredor de fábricas
de comida y depósitos en que trabajan inmigrantes recientes que
frecuentemente no tienen buena capacitación y trabajan largas horas.
Bajo esas condiciones suelen ocurrir accidentes. Pero éste es el peor
que yo he escuchado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos alegra que nos visites gracias Gracias, por sus comentarios