La meta de las revisiones, que se seguirán haciendo hasta que la boda concluya, es hacer que la ruta de la pareja real sea lo más segura posible.
El inspector de Scotland Yard, Ian Fairman, quien está encargado de coordinar las revisiones dijo que todas las zonas vulnerables están bajo vigilancia. ``Los policías están entrenados para mantenerse en guardia y vigilar zonas donde se podrían esconder objetos'', dijo. La boda, uno de los eventos públicos más esperados en los últimos años, atraerá a una gran cantidad de integrantes de la realeza, políticos y personas destacadas, entre las que también estarán la reina Isabel y aproximadamente 50 jefes de estado.
Esto representa un gran reto de seguridad, especialmente porque los integrantes de la familia real tendrán un desfile cuyo recorrido ha sido anunciado desde hace meses.
La policía también espera multitudes de civiles a lo largo de la ruta que va de la abadía al palacio, donde los recién casados saldrán a un balcón frente a los congregados para el tradicional beso tras la boda. La policía ha dicho que las personas con problemas mentales podrían ser una amenaza mayor que los terroristas internacionales.
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