NACIONES UNIDAS. Más de 8,000 personas han muerto en
Siria durante el último año, como resultado de la violenta represión del
gobierno contra los manifestantes, afirmó ayer el secretario general de Naciones
Unidas, Ban Ki-moon. El número mencionado por el jefe de la ONU representó un
aumento respecto de los 7,500 muertos reportados antes, y fue difundido por un
comunicado de su portavoz, en el primer aniversario del levantamiento en Siria.
Ban dijo que la “brutal represión” por parte de las autoridades sirias no cesa, y consideró que la situación actual es “indefendible”, dijo el portavoz de ONU, Martin Nesirky.
Cierran embajadas.- Por otro lado, las seis monarquías árabes del Golfo decidieron cerrar sus embajadas en Damasco para manifestar su rechazo a la prosecución de la sangrienta represión en ese país, anunció a primera hora del viernes el secretario general de su organización regional, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
En un comunicado, Abdellatif al-Zayani, justificó esta decisión por "la persistencia del régimen sirio en masacrar a su pueblo, en escoger la opción militar y en rechazar todas las iniciativas destinadas a encontrar una solución a la crisis".
Apoyan Assad.- Miles de sirios se manifestaron el jueves en Damasco en un despliegue de lealtad al presidente Bashar Assad, al ondear banderas bajo un cielo gris para protestar por el aniversario de una rebelión que según el gobierno está impulsada por terroristas, rufianes y extremistas.
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