versión atípica de la vida de Jesús. Austera en algunos pasajes, y más centrada
en una parte de los discursos de Jesús (el mensaje de bondad) que en los
milagros y signos que muestran su divinidad, el director italiano quiso
subrayar la faceta más humana de la vida de Cristo. En el pasaje de
Herodes con los Magos advertimos una clara intencionalidad paródica. La escena
arranca con un primer plano de los pies del monarca, doloridos por un esfuerzo
que nunca hizo: todo aquí sugiere su hipocondría. El plano se abre para mostrar
a un Herodes más preocupado por sus afeites y cuidados que por sus
súbditos y su reino. Por eso, de los Magos recién llegados (le anuncian
unos "sabios, príncipes astrólogos") lo único que le interesa es el anuncio de
un nuevo rey en sus tierras. En consecuencia, tras escuchar los detalles de la
profecía por uno de sus cortesanos, recibe a los Magos tumbado en su
cama –otras vez su hipocondría y su comodidad- y les muestra una falsa
hospitalidad que es inmediatamente desacreditada en el gesto final con
el jefe de su guardia.
Herodes llagado en todo el cuerpo por la lepra, lo que es un adelanto en
el tiempo –una licencia artística- de lo que el Nuevo Testamento nos dirá de
su abuelo Herodes Agripa: tras matar a Santiago y encarcelar a Pedro,
fomenta que la plebe le trate como a un dios, por lo que "fue herido por un
ángel del Señor, y expiró comido por los gusanos" (Hechos 12, 23). Este
hecho milagroso, que veremos más adelante en el filme, es relatado también por
el historiador judío Flavio Josefo en sus Antigüedades
Judías: "La gente gritó: 'Ahora te honramos como dios'. El
rey... sintió un agudo dolor estomacal, y tras sufrir continuamente durante
cinco días, murió a la edad de 54 años" (Libro XVII, Cap. VI)
En el pasaje que hemos seleccionado, llaman la atención el dramatismo
de las escenas, la fuerte concatenación de las mismas, el tono caricaturesco de
Herodes y el duro contraste entre él y los demás grupos de personajes:
la humildad de los pastores frente a la pompa de palacio, la sinceridad de los
Magos frente a la falsa adulación del monarca, la sumisa obediencia de su siervo
frente al duro maltrato al que le somete. El final de todo el fragmento, a las
puertas ya de la cueva, sorprende por la enorme concurrencia allí
congregada.fuente:
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