cuestionado por manifestaciones multitudinarias, acusó ayer a la oposición de
intentar dividir al país y dijo que defenderá su "régimen republicano" hasta "la
última gota de sangre".
"Nuestra nación pasa desde hace cuatro años por enormes dificultades (...) e
intentamos hacerles frente por medios democráticos y con el diálogo con todos
los líderes políticos, pero en vano", dijo Saleh ante los mandos de las fuerzas
armadas y unidades de seguridad.
"Hay un complot contra la unidad y la integridad territorial de la república
yemení y nosotros, en las fuerzas armadas, hemos jurado preservar el régimen
republicano, la unidad y la integridad territorial de Yemen hasta la última gota
de sangre", añadió.
"Este juramento todavía es válido y lo seguirá siendo", afirmó el presidente,
que supo hacer equilibrismos entre los intereses antagónicos de este país
inestable para mantenerse en el poder durante 32 años.
La revuelta popular, que estalló el 27 de enero, y fue reprimida duramente,
agrava las dificultades de Yemen, un país pobre y tribal de la península
arábiga.
El poder de Saleh es cuestionado por Al Qaida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos alegra que nos visites gracias Gracias, por sus comentarios